El tiempo no espera a nadie
No esperéis nada romántico ni sentimental. Nada que hable de amor,
de odio o de indiferencia. Nada escrito desde el rencor, ni la tristeza, ni
nada que venga desde la felicidad.
No esperéis tampoco que llore
por las esquinas ni que vaya por la vida alegrando al mundo.
Simplemente no esperéis nada,
porque quien no espera es quien más se sorprende.
Ahora más que nunca, veo lo
rápido que pasa todo, muchas veces incluso no nos da tiempo a saborear cada una
de las cosas que van ocurriendo en nuestra vida. No hay tiempo de recrearte en
el dolor o en la alegría de uno o varios acontecimientos. No hay tiempo de
asimilar los cambios, de planear nada.
Simplemente tienes tu pasado,
imposible de cambiar. Tu presente, que malgastas mirando constantemente al
futuro. Tu futuro, que es obviamente incierto.
Nadie te asegura que tus planes
salgan bien.....pero ¿por qué tanta preocupación? Si sale mal y no tiene
arreglo.... ¿por qué preocuparse si no vamos a conseguir más que
autocastigarnos constantemente? Si sale mal y tiene arreglo ¿por qué
preocuparse si aún tiene solución y lo podemos arreglar? y si sale bien ¿por
qué preocuparse en lugar de disfrutar? ¿Por qué malgastamos energía en
preocuparnos tanto?
Es humano equivocarse, pero por muy humano que sea y por muy
buenas que fueran nuestras intenciones, todo error se paga y debemos estar
dispuestos a asumirlo cuando llegue el momento de saldar nuestras deudas. No
importa si eres buena o mala persona. Si tus intenciones son buenas o malas. No
importan tus pensamientos. No importa nada. La vida actúa así:
Acto. Consecuencia.
Debemos estar preparados para cualquier cosa que venga, aunque
pensemos que no la merecemos, porque dependerá del enfoque que le demos el
hecho de que sepamos llevarlo o no, porque detrás de un hecho viene una
respuesta.
Con el tiempo he aprendido que
no todo tiene respuesta y que lo que sí la tiene, el tiempo es sabio y te la da
en el momento adecuado y ese momento no es cuando nosotros lo elegimos o lo
necesitamos, sino cuando estamos preparados, pero ¿cuándo estamos preparados?
Ni más ni menos que cuando nos llega la respuesta. Y lo mejor de
todo.....bendito tiempo que nos da a todos nuestro lugar, que no cura las
heridas pero te enseña a vivir con ellas.
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